Los habitantes del planeta, hemos sido sorprendidos con una amenaza incluso superior a la atómica. Un pequeño virus nos ha puesto de rodillas y ha desafiado los avances tecnológicos y de todo tipo, amenazando pudiera acabar con la raza humana en un tiempo relativamente breve, si no se encuentra a tiempo la manera de detenerlo.
Todos apostamos al milagro de una vacuna, que dicen, no será antes de un año y medio.
Ese tiempo, breve para los científicos, ya es largo para los humanos, por que el virus está cobrando cientos de vidas a diario; está acrecentando la pobreza al obligar a cuarentenas y confinamientos obligatorios que afectan las economías, al punto que pudiera generar otra recesión mundial inédita, si la solución se demora; ya que millones de negocios pequeños, medianos y grandes empresas pudieran verse obligados a paralizarse e incluso a cerrar; con la secuela más nefasta; la pérdida masiva de empleos; como ya está pasando.