Cuando Dios nos da la oportunidad maravillosa de ser padres, de inmediato sentimos, no solo inmenso amor por las criaturas, también nace la preocupación por la nueva responsabilidad y el como la afrontaremos.
Hoy día entendemos que la educación comienza desde el vientre de la madre, ella le hablará e irá inculcando el amor y sentimientos nobles aún antes de que el hijo nazca.
Luego la dedicación será a tiempo completo para enseñarle a crecer paso a paso, con nuevas actividades, desde comer a caminar y correr, todo ello influenciado por las costumbres o hábitos propios, que irán trasmitiendo voluntaria o involuntariamente, construyendo inexorablemente la personalidad y el carácter de esos hijos .
El amor, la paciencia, las buenas costumbres, la fe religiosa, la familia, el país, el respeto a los demás y así mismo, serán los ladrillos morales que día a día se irán pegando para construirles el camino al cielo.
Qué responsabilidad tan grande asumimos al convertirnos en padres! , además que nunca termina. Qué maravilla cuando logramos corregirnos para que ellos no se desvíen por nuestro mal ejemplo. Que suerte de aquellos hijos cuyos padres además de amorosos, saben que su ejemplo va a ser copiado y se esfuerzan para superar errores.
Así que el legado verdadero a nuestros hijos no será solo la cuenta bancaria o los bienes materiales; la real herencia será como ellos nos vieron, que asimilaron, que les trasmitimos bueno o malo con nuestro proceder; serán de buen corazón? , agradecidos ? solidarios? ,útiles? proclives a la creatividad y a realizar metas positivas o serán auto destructivos ? . Serán de pensamiento libre y amplio, buscarán información y hechos para cimentar su destino?
Podríamos extendernos infinitus sobre el tema educar hijos, nadie lo sabe todo, pero el Nazareno lo advirtió, “el amor lo puede todo”, la humildad es el aceite de la vida y «el don que se nos otorgó de poder visualizar y prever el futuro», permitirá a los padres responsables culminar con éxito la tarea de educar y formar a sus hijos para una vida de bien y donde ellos los recordaran siempre por su ejemplo, con amor, admiración y agradecimiento.
Es el trabajo divino que Dios asigna a todos los padres y madres del mundo.
MADRE Y PADRE EJEMPLAR Y PREVISIVOS SERÁN RECORDADOS PARA SIEMPRE!
Grandes verdades encierran esos parrafos denotan las vivencias adquiridad y el deseo de transmitir un legado a la posteridad.
» ES INMORTAL QUIEN LEGA UN BUEN EJEMPLO A LOS DEMAS PORQUE AUNQUE MUERA ESE EJEMPLO VIVIRA EN QUIEN SE PLASMO».